No temas

"No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa." - Isaías 41:10 (NVI)

Había una vez un joven llamado Juan que estaba a punto de enfrentar uno de los mayores desafíos de su vida: dar un discurso frente a cientos de personas en una conferencia importante. A medida que el día se acercaba, Juan comenzó a sentir temor e inseguridad. Le preocupaba que sus palabras no fueran lo suficientemente buenas o que fuera a hacer el ridículo frente a todos.

Sin embargo, Juan decidió llevar su temor a Dios en oración. Pasó tiempo leyendo la Biblia y encontró el versículo de Isaías 41:10. Juan se aferró a estas palabras y recordó que Dios estaba con él en cada momento.

El día de la conferencia finalmente llegó y, a pesar de los nervios, Juan se paró frente al público y compartió su discurso con confianza. A medida que hablaba, se dio cuenta de que la presencia de Dios lo llenaba de paz y valentía. Su discurso fue un éxito y recibió elogios por su elocuencia y claridad.

Todos nosotros enfrentamos momentos en los que sentimos temor. Puede ser temor al fracaso, temor a lo desconocido o temor a no ser suficientes. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda una y otra vez que no debemos tener miedo, porque Él está con nosotros.

La próxima vez que te enfrentes a una situación intimidante, toma un momento para recordar el versículo de hoy. Permítele a Dios fortalecerte, ayudarte y sostenerte con su mano poderosa. Confía en que Él está contigo en todo momento y que no tienes que temer.

Recuerda que el temor no proviene de Dios, sino que es el enemigo tratando de robarte la paz y la confianza. Mantén tus ojos en Dios y confía en su provisión y protección. Él tiene un plan para ti y te capacitará para enfrentar cualquier desafío que se presente en tu camino.

Repite el versículo de Isaías 41:10 cada vez que sientas miedo y deja que Jesús te recuerde su amor incondicional y su cuidado constante. En Él encontrarás paz y valentía para enfrentar cualquier situación que se presente.

Oración: Querido Dios, gracias porque me recuerdas constantemente que no tengo que temer, porque estás conmigo. Ayúdame a confiar en ti en medio de mis miedos y a encontrar paz en tu presencia. Fortaléceme y ayúdame a enfrentar cada desafío con valentía, sabiendo que tú me sostienes con tu mano poderosa. En el nombre de Jesús, amén.